Una función muy útil tiene un mapa de riesgos al interior de una empresa, ya que representa los factores probables de riesgos del lugar de trabajo además de los daños que tiene o puede tener el lugar, ya sea en el momento actual o en un futuro cercano. A raíz de esto, los mapas de este tipo, son fundamentales al interior de cualquier organización, sin importar su tamaño ni cantidad de trabajadores; ya que siempre son muy útiles, para prevenir situaciones peligrosas para el entorno de trabajo.
Estos mapas en particulares poseen la característica de que son dinámicos, por ende están abiertos a cambios a medida que pasa el tiempo; y por ende no es extraño ver que se realicen modificaciones a algunos aspectos de los mapas, con ayuda de la tecnología actual. De modo que el uso de estos mapas, son siempre una eficaz ayuda para la organización u empresa, que busca saber y evaluar los factores que podrían dañar el correcto desempeño del área de trabajo y a su vez la integridad de sus trabajadores.
Otra característica que hace particulares a estos mapas, es que su diseño se realiza con la ayuda de los trabajadores, ya que gracias a ellos se puede tener un mapa de riesgos real y cercano a la verdadera situación del lugar de trabajo. Ya que son ellos quienes día a día conviven con la estructura de la empresa y aprecian los distintos factores de riesgos que pueden tener al interior de ella.
Existen fases determinadas para la implementación de estos mapas, por eso es importante primero; conocer muy bien los elementos de riesgos al interior de la empresa, luego programar estratégica su implementación y de esta manera evitar una improvisación del uso de un mapa que muestre los riesgos del lugar. Además, se debe dar una prioridad a la información recopilada que tiene carácter de urgente, para después analizar y programar los pasos a seguir. Por último, es importante aplicar las estrategias previstas y evaluar si los objetivos fueron cumplidos.
De modo que a partir de un mapa de estas características, se puede localizar, también controlar y seguir los cursos seguidos para prevenir y evitar riesgos al interior del trabajo. Por eso es fundamental diseñarlos profesionalmente, pero a la vez con la ayuda de los trabajadores de la organización, para tener de esta forma, un mapa de riesgos real y cercano a la realidad de la empresa.
